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Enfermedad infecciosa aguda, habitualmente grave y que es producida por un virus que infecta a distinto tipo de roedor (ratas, ratones). El virus permanece en ellos de por vida sin provocarles enfermedad. Puede atacar al organismo humano a través de las vías respiratorias o heridas ocasionales. Esta es una enfermedad conocida a principios de siglo en Oriente, identificándose en Occidente a partir de la década del ‘50. Recibe el nombre de Hanta dado que el virus fue conocido durante la guerra de Corea, en el río Hantang. Posteriormente se produjo un brote en la zona de Nuevo México el año 1993 con 150 casos, con una mortalidad del 50%. Los primeros casos en Argentina se conocieron en 1987, principalmente en las provincias del sur. La letalidad de la enfermedad fluctúa entre el 50 al 60%.
La enfermedad evoluciona en fases, luego de un período de incubación que puede durar hasta 45 días.
En el hombre se producen dos enfermedades a causa de la infección: el síndrome pulmonar (fiebre y distrés respiratorio) y el síndrome renal (fiebre hemorrágica, afectando los riñones). Son frecuentes las cefaleas, dolor abdominal y dolor de ojos. La sintomatología es similar a la de la gripe. Los síntomas aparecen una a dos semanas después de contraer la infección.
Radiografía de tórax de un paciente en el momento de su ingreso al Hospital (fig.A) y durante el período de incremento de distress respiratorio dos días más tarde (fig.2). Se puede ver infiltrado intersticial difuso y peribronquial simétrico que se desarrolló en ese lapso.
Transmisión:
Las poblaciones más expuestas a contraer la enfermedad, son los individuos de ambos sexos, de entre 11 y 69 años, siendo el promedio de entre 30 y 40 años. El roedor convive con el virus sin contagiarse, eliminándolo a través de la orina, las excretas y la saliva. Las personas se enferman al tomar contacto con las excretas a través
de la boca, la nariz, los ojos o heridas eventuales. Pero el contagio se produce fundamentalmente por vía aerosílica, o sea, cuando el ser humano inhala los vapores desprendidos de las heces del ratón. Esta forma de contagio es la más frecuente, dándose principalmente en lugares cerrados con presencia reciente de roedores, debiendo evitarse lugares tales como chozas abandonadas, cabañas o casas sin habitar en forma constante; leñeras y
similares. El virus puede permanecer vivo en estos lugares desde horas hasta meses. Resulta improbable el contagio por esta vía en lugares abiertos y expuestos al viento. El virus no sobrevive demasiado tiempo en contacto con el medio ambiente.
¿Cómo se contagia?
- No se contagia persona a persona (no obstante las últimas informaciones evidenciarían un posible contagio entre persona-persona, lo cual aún debe ser ratificado científicamente por las autoridades de salud).
- No se contagia a través de ingesta de frutas y verduras, ni a través de las flores.
Síntomas:
En la fase número uno aparecen los primeros síntomas en forma brusca, y se da algo muy similar a una gripe común, donde se observa fiebre (38°), dolor de cabeza, dolores abdominales y musculares, y de huesos. También es común padecer dolores en la parte baja de la columna, náuseas y vómitos
En una segunda etapa, los síntomas se agudizan y se agregan otros. Así, se produce una brusca alza de temperatura y, como síntoma principal, la dificultad para respirar, causada por acumulación de líquido en los pulmones.
En esta fase es característico el compromiso respiratorio. Hay complicaciones del corazón y los pulmones, que llevan a una insuficiencia respiratoria en pocas horas.
Tratamiento:
No existe por el momento. El bajo número de casos dificulta el desarrollo de una vacuna. En Estados Unidos existe una droga que reduce posibilidades de muerte en los infectados, llamada Ribavirin.
¿Cómo prevenirlo?
- Aseo y limpieza de los utensilios de cocina.
- Ordenamiento y ventilación periódica de bodegas, almacenes, despensas, etc., a objeto de alterar el hábitat normal de los roedores, impidiendo con ello la anidación de crías.
- Eliminación de basura en contenedores herméticos.
- Empleo de detergentes, cloro y desinfectantes ambientales
- Y LO MAS IMPORTANTE, un control de la población de roedores a través de tratamientos de desratización permanentes, para lo cual nuestra empresa cuenta con un programa de trabajo y mantención mensual dirigidos por TECNICOS ESPECIALIZADOS, cuyos resultados le brindarán el máximo de seguridad y tranquilidad.
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