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Fiebre tifoidea

Es una enfermedad infecciosa producida por Salmonella typhi (microbio de Eberth), o Salmonella paratyphi A, B o C. Su represa es el hombre, y el mecanismo de contagio es fecal-oral, a través de agua y de alimentos contaminados con defecaciones.

En el período de incubación para poder ver los primeros síntomas es de 10 a 15 días, en el cual se puede apreciar trastornos del estado general, fiebre que aumenta poco a poco alcanzándolos 39-40 ºC, en cuyo momento se mantiene, cefalea, estupor, roséola en el vientre, inflamación de la mucosa nasal, lengua tostada, úlceras en el paladar y diarrea. Esta enfermedad puede evolucionar a la curación en 2 semanas o prolongarse con situaciones ópticos a partir de la quinta semana.

La muerte sobreviene en 10%-30% de los casos no tratados, con tratamiento temprano se reduce al 1% de los casos y suele curarse en una o dos semanas, siendo generalmente el pronóstico favorable. La infección es más dócil en niños que en personas maduras.

Infección:

La bacteria se integra por vía digestiva y llega al intestino, luego pasa a la sangre, causando una fase de bacteriemia hacia la primera semana de la enfermedad; consecutivamente se localiza en diversos órganos y produce fenómenos inflamatorios y necróticos, debidos a la liberación de endotoxinas. Finalmente, las salmonelas se eliminan al exterior por la excreción. Las Salmonellas se introducen por la boca llegan al intestino delgado y se duplican durante un periodo de incubación de 3 a 4 días implantándose en las vellosidades del íleon. A través de las placas de Peyer llegan al Epitelio Intestinal, luego se desplazan a los folículos linfoides intestinales que invaden reproduciéndose en su interior. A través de los monocitos llegan a los vasos linfáticos mesenterios, desplazándose al torrente sanguíneo.

Transmisión:

Las pacientes recuperados de fiebre tifoidea y los portadores asintomático pueden transmitirla durante un largo periodo, ya que pueden haber bacterias en su tracto intestinal (se estima en un 5% de los casos) que se liberan por las defecaciones, también se puede transmitir de persona a persona en ambientes poco higiénicos donde las aguas fecales pueden entrar en contacto con la comida y bebida o debido a una pobre higiene personal en la manipulación de alimentos, las moscas pueden transmitir la fiebre tifoidea en ambientes poco higiénicos transportando las bacterias a la comida y a la bebida.

Síntomas:

Esta enfermedad caracterizada por fiebre alta constante (40º), sudoración, gastroenteritis y diarrea. En algunos casos puede aparecer un sarpullido de manchas de color rosado. Habitualmente se divide en cuatro fases:

v Primera semana: Sube lentamente la temperatura con una bradicardia relativa, malestar general, dolor de cabeza y tos. Se ha observado Epistaxis en una cuarta parte de los casos. Hay leucopenia con eosinopenia y linfocitosis relativa.

v Segunda semana: Se produce el decaimiento, la fiebre llega a los 40º C. Hay bradicardia con un pulso dicrótico, existe delirio frecuente es por eso que se le llama también fiebre nerviosa. Hay respiración agitada, el abdomen esta tenso y adolorido en el cuadrante derecho inferior. Pueden oírse Borborygmus, se produce diarrea continua (6 - 8 deposiciones por día), de apariencia verde y olor característico. El Bazo e hígado están inflamados con un aumento del nivel de transaminasas.

v Tercera semana: En esta semana si la fiebre tifoidea no se trata, las complicaciones son frecuentes: Hemorragias Intestinales debidas a la inflamación de las Placas de Peyer .Perforación intestinal en el Íleon que puede dar lugar a peritonitis; abscesos que pueden derivar en encefalitis, colecistitis, endocarditis y osteitis; y fallo renal.

v Finales de Tercera semana/Principios de la cuarta: La temperatura corporal se va restableciendo, pero el debilitamiento aun persiste.

Tratamiento:

Antibióticos como la ampicilina, cloranfenicol, trimetoprim-sulfametoxazol, conocido también como cotrimoxazol, y ciprofloxacina han sido comúnmente usados para tratar la fiebre tifoidea en los países desarrollados reduciendo la tasa de mortalidad al 1% de los casos. Debido a la resistencia que está desarrollando la Salmonella Typhi a estos medicamentos se está considerando el uso de otros antibióticos como la Fleroxacina.

A causa del riesgo de deshidratación causado por las diarreas también es recomendable reponer los electrolitos por vía intravenosa. También se recomienda suministrar a los enfermos dieta blanda.

Diagnostico Microbiológico:

Se efectúa por aislamiento del germen a partir de la sangre y de las heces, o bien por la demostración de anticuerpos (Ac) en el suero mediante técnicas de aglutinación.

v Hemocultivo: Es fundamental para el diagnóstico en el periodo de invasión. En la primera semana de enfermedad el 85-90% de resultados son positivos.

v Coprocultivo: La fiebre tifoidea no siempre se acompaña de diarrea. El germen se elimina por la excreción. La positividad es muy alta en las 2-4 semanas, permaneciendo positivo en portadores crónicos. Un solo coprocultivo negativo no descarta la enfermedad, pues las salmonelas se eliminan de manera intermitente.

v Serología: Para demostrar la presencia de Ac en el suero del enfermo a partir de la primera semana de enfermedad seinvestiga por separado las aglutininas O y las H aparecidas en el suero como respuesta a la estimulación creada por los antígenos (Ag) somáticos O y flagelares H de la salmonella.

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