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Bienvenidos a nuestro blog, aquí podrás encontrar definiciones de algunas enfermedades relacionadas con las bacterias y virus. Se pude decir que vivimos en un medio ambiente hostil y peligroso. Día a día nos enfrentamos con toxinas potencialmente peligrosas, bacterias que causan enfermedades, virus e incluso células de nuestro cuerpo que se han transformado en invasores cancerosos. Para nuestra fortuna, estamos protegidos contra esos distintos enemigos, por medio de una serie de mecanismos defensivos. Estos son como una red de seguridad, a la que llamamos sistema inmune. A continuación las enfermedades, esperamos les sirva mucho.




Fiebre tifoidea

Es una enfermedad infecciosa producida por Salmonella typhi (microbio de Eberth), o Salmonella paratyphi A, B o C. Su represa es el hombre, y el mecanismo de contagio es fecal-oral, a través de agua y de alimentos contaminados con defecaciones.

En el período de incubación para poder ver los primeros síntomas es de 10 a 15 días, en el cual se puede apreciar trastornos del estado general, fiebre que aumenta poco a poco alcanzándolos 39-40 ºC, en cuyo momento se mantiene, cefalea, estupor, roséola en el vientre, inflamación de la mucosa nasal, lengua tostada, úlceras en el paladar y diarrea. Esta enfermedad puede evolucionar a la curación en 2 semanas o prolongarse con situaciones ópticos a partir de la quinta semana.

La muerte sobreviene en 10%-30% de los casos no tratados, con tratamiento temprano se reduce al 1% de los casos y suele curarse en una o dos semanas, siendo generalmente el pronóstico favorable. La infección es más dócil en niños que en personas maduras.

Infección:

La bacteria se integra por vía digestiva y llega al intestino, luego pasa a la sangre, causando una fase de bacteriemia hacia la primera semana de la enfermedad; consecutivamente se localiza en diversos órganos y produce fenómenos inflamatorios y necróticos, debidos a la liberación de endotoxinas. Finalmente, las salmonelas se eliminan al exterior por la excreción. Las Salmonellas se introducen por la boca llegan al intestino delgado y se duplican durante un periodo de incubación de 3 a 4 días implantándose en las vellosidades del íleon. A través de las placas de Peyer llegan al Epitelio Intestinal, luego se desplazan a los folículos linfoides intestinales que invaden reproduciéndose en su interior. A través de los monocitos llegan a los vasos linfáticos mesenterios, desplazándose al torrente sanguíneo.

Transmisión:

Las pacientes recuperados de fiebre tifoidea y los portadores asintomático pueden transmitirla durante un largo periodo, ya que pueden haber bacterias en su tracto intestinal (se estima en un 5% de los casos) que se liberan por las defecaciones, también se puede transmitir de persona a persona en ambientes poco higiénicos donde las aguas fecales pueden entrar en contacto con la comida y bebida o debido a una pobre higiene personal en la manipulación de alimentos, las moscas pueden transmitir la fiebre tifoidea en ambientes poco higiénicos transportando las bacterias a la comida y a la bebida.

Síntomas:

Esta enfermedad caracterizada por fiebre alta constante (40º), sudoración, gastroenteritis y diarrea. En algunos casos puede aparecer un sarpullido de manchas de color rosado. Habitualmente se divide en cuatro fases:

v Primera semana: Sube lentamente la temperatura con una bradicardia relativa, malestar general, dolor de cabeza y tos. Se ha observado Epistaxis en una cuarta parte de los casos. Hay leucopenia con eosinopenia y linfocitosis relativa.

v Segunda semana: Se produce el decaimiento, la fiebre llega a los 40º C. Hay bradicardia con un pulso dicrótico, existe delirio frecuente es por eso que se le llama también fiebre nerviosa. Hay respiración agitada, el abdomen esta tenso y adolorido en el cuadrante derecho inferior. Pueden oírse Borborygmus, se produce diarrea continua (6 - 8 deposiciones por día), de apariencia verde y olor característico. El Bazo e hígado están inflamados con un aumento del nivel de transaminasas.

v Tercera semana: En esta semana si la fiebre tifoidea no se trata, las complicaciones son frecuentes: Hemorragias Intestinales debidas a la inflamación de las Placas de Peyer .Perforación intestinal en el Íleon que puede dar lugar a peritonitis; abscesos que pueden derivar en encefalitis, colecistitis, endocarditis y osteitis; y fallo renal.

v Finales de Tercera semana/Principios de la cuarta: La temperatura corporal se va restableciendo, pero el debilitamiento aun persiste.

Tratamiento:

Antibióticos como la ampicilina, cloranfenicol, trimetoprim-sulfametoxazol, conocido también como cotrimoxazol, y ciprofloxacina han sido comúnmente usados para tratar la fiebre tifoidea en los países desarrollados reduciendo la tasa de mortalidad al 1% de los casos. Debido a la resistencia que está desarrollando la Salmonella Typhi a estos medicamentos se está considerando el uso de otros antibióticos como la Fleroxacina.

A causa del riesgo de deshidratación causado por las diarreas también es recomendable reponer los electrolitos por vía intravenosa. También se recomienda suministrar a los enfermos dieta blanda.

Diagnostico Microbiológico:

Se efectúa por aislamiento del germen a partir de la sangre y de las heces, o bien por la demostración de anticuerpos (Ac) en el suero mediante técnicas de aglutinación.

v Hemocultivo: Es fundamental para el diagnóstico en el periodo de invasión. En la primera semana de enfermedad el 85-90% de resultados son positivos.

v Coprocultivo: La fiebre tifoidea no siempre se acompaña de diarrea. El germen se elimina por la excreción. La positividad es muy alta en las 2-4 semanas, permaneciendo positivo en portadores crónicos. Un solo coprocultivo negativo no descarta la enfermedad, pues las salmonelas se eliminan de manera intermitente.

v Serología: Para demostrar la presencia de Ac en el suero del enfermo a partir de la primera semana de enfermedad seinvestiga por separado las aglutininas O y las H aparecidas en el suero como respuesta a la estimulación creada por los antígenos (Ag) somáticos O y flagelares H de la salmonella.

Cólera


Enfermedad aguda, diarreica, provocada por la bacteria Vibrio cholerae, la cual se manifiesta como una infección intestinal. Fue descubierta por Filippo Pacini en el año 1854, y Jaume Ferran i Clua elaboró la primera vacuna. Se puede detectar a traves de examen directo del vibrión en excreción. Diarreas relativamente asépticas, antisueros para detectar el antígeno del vibrión, inmunofluorescencia.

El cólera ha producido varias epidemias, algunas de ellas de alcance prácticamente mundial, como en la India (zona de Bengala). En enero de 1991 surgió una epidemia de cólera en varios países del norte de América del Sur que se difundió rápidamente.

El cólera ha sido poco frecuente en los países industrializados durante los últimos 100 años; no obstante, esta enfermedad aún es común en otras partes del mundo, incluyendo el subcontinente Indio, Sureste Asiatico, Latinoamerica y el África Subsahariana.

Sin tratamiento adecuado, puede ocurrir la muerte en cuestión de algunas horas.

Infección:

El cólera generalmente es benigno o asintomático, pero, a veces, puede ser grave. Alrededor de una de cada 20 personas infectadas puede tener la enfermedad en estado grave, caracterizada por diarrea acuosa abundante, vómitos y parálisis de las piernas. En estas personas, la pérdida rápida de líquidos corporales lleva a la deshidratación y a la postración.

Transmisión:

Una persona puede adquirir cólera bebiendo líquido o comiendo alimentos contaminados con la bacteria del cólera. Durante una epidemia, la fuente de contaminación son generalmente la excreción de una persona infectada, condiciones sanitarias incorrectas y durante o luego de una guerra . La enfermedad puede dispersarse rápidamente en áreas con tratamientos inadecuados de agua potable y agua de alcantarillada. La bacteria del cólera también puede vivir en ríos saludables y aguas costeras.

Es poco común la transmisión del cólera directamente de una persona a otra; por lo tanto, el contacto casual con una persona infectada no constituye un riesgo para contraer la enfermedad.

Un tipo de Vibrio ha estado asociado con los mariscos, especialmente ostras crudas. También son factores de riesgo residir en áreas epidemiales o viajar por ellas, así como beber agua contaminada o no tratada.

Síntomas:

· Aparición brusca sin periodo de incubación (Periodo de 2-3 días que varía desde 5 h hasta 5 días) a diferencia de la salmonelosis.

· Dolor abdominal por irritación de la mucosa

· Diarrea acuosa con un número elevado de deposiciones (hasta 30 ó 40 en 24 h). Las deposiciones tienen un tono blanquecino con pequeños gránulos, por lo cual se les llama «agua de arroz», esta diarrea tiene un ligero olor a pescado, o un olor fétido.

· Se produce vómito, lo que provoca una rápida pérdida de agua y electrolitos (potasio), ocasionando una rápida deshidratación.

· No causa fiebre (o esta es moderada) debido a que el cuadro se produce por la enterotoxina y no por el germen.

A causa de lo primero se origina:

· Apatía, decaimiento, disfunción sexual, pérdida de memoria, diarreas, defectos en la flora intestinal, frialdad, palidez, asfixia, hipotensión manifiesta (por la gran pérdida de líquidos), pulso débil (el riego está dificultado en tejidos periféricos), taquicardia, manos de lavandera, arrugadas, por la deshidratación subcutánea, aumento de la densidad sanguínea por pérdida de líquidos, deshidratación tormentosa, muerte

Tratamiento:

v Suero: Solución salina. Hay que dar una gran cantidad de sueros, hasta 1 L/h (serán necesarios entre 15 y 30 L/día). El problema es que esta gran cantidad de líquido puede tener consecuencias hemodinámicas dañinas como sobrecarga del corazón, pero que es necesaria. Se puede realizar de forma: Oral: suero goteando en la boca, que aunque sea lento al cabo del día puede aportar una cantidad importante. Intravenosa subcutánea.

Estos sueros deberán contener sodio, cloro, potasio y bicarbonato dependiendo de lo que necesite en cada momento Como fórmula de sueros orales preparada tenemos la limonada alcalina, pero si no tenemos eso a mano habrá que darle lo que sea (agua con limón, bebidas isotónicas e incluso carbonatadas) (OMS: 1L de agua 2,6g NaCl, 1,5g KCl, 2,9g citrato trisódico y 13,5g glucosa),

v Antibióticos: Sólo están indicados para atenuar la situación, no actúan sobre la fisiopatología. (Reducen la duración de la diarrea, los requerimientos de líquidos y el periodo de excreción del vibrio). Se utilizan las tetraciclinas (500mg/6h 3días), las quinolonas y el trimetoprim sulfametoxazol (cotrimoxazol) (320mg/12h 3días).

Tétanos



Enfermedad frecuentemente mortal provocada por una potente neurotoxina, la exotoxina tetanospasmina, que es producida por una bacteria del género Clostridium .La bacteria prolifera en condiciones anaeróbicas, es decir, en ausencia de oxígeno y segrega sustancias tóxicas que penetran en las fibras nerviosas motoras periféricas hasta llegar al sistema nervioso central con afectación inhibitoria de neuronas productoras del neurotransmisor GABA y el aminoácido glicina, provocando la típica parálisis y espasmos musculares.

Hay un tétanos conocido como tétanos neonatal, de los recién nacidos, pero en general es una patología, fácilmente evitable mediante profilaxis vacunal, que se presenta en cualquier. Hay tres formas clínicas del tétanos diferentes: local (poco común), cefálica (rara) y generalizada (la más común). El tétanos generalizado corresponde al 80% de todos los casos de tétanos.

El periodo de incubación del tétanos va de 24 horas a 54 días. El periodo promedio es de unos 8 días. Por lo general, cuanto más alejado del Sistema Nervioso Central, más largo es el periodo de incubación. Los periodos de incubación y la probabilidad de muerte por tétanos son inversamente proporcionales.

Infección:

Ocurre por la penetración de las esporas en las heridas contaminadas. La bacteria produce esporas resistentes y provienen de casi cualquier parte, incluso del polvo de la calle o el suelo del jardín.

Se manifiesta de forma ocasional en personas no eximidas o eximidas parcialmente por no haber recibido las dosis de refuerzo que cada cierto tiempo se administran a las personas vacunadas.

Transmisión:

La contaminación con tétanos se produce a través de heridas abiertas que entran en contacto con agentes infectados. Una vez en el interior del organismo, se multiplican y liberan dos sustancias tóxicas: la tetanolisina y la tetanospasmina. Esta última neurotóxica y responsable del cuadro causado por la Clostridium tetani. Cuando disminuye el potencial redox en los tejidos favorece su paso a la forma vegetativa, la multiplicación bacteriana y la producción y liberación de toxina.

Generalmente se adquieren las esporas por cortes o penetración de algún objeto oxidado como: clavos, anzuelos, cuchillas oxidadas, mordeduras de perros, etc. La bacteria o microorganismo prolifera en tejidos hipóxicos, desvitalizados y contaminados con tierra, excrementos y estiércol, así que basta con que una herida cortante esté contaminada con tierra para que exista la posibilidad de contraer el padecimiento.

La toxina hemolítica y la tetanolisina suelen ser cardiotóxicas, pero de naturaleza insignificante dados los síntomas típicos de la enfermedad. La acción principal de la tetanospasmina es importante sobre los nervios periféricos del sistema nervioso central. Hay modificación de proteínas encargadas de la liberación de los neurotransmisores GABA y glicina de las células de Renshaw del cuerno frontal de la médula espinal. Esto está sujeto al control de las alfa-motoneuronas produciendo contracciones tónicas y sostenidas y contracciones clónicas o sacudidas, conllevando a dolorosos calambres musculares.El tétanos no es una enfermedad contagiosa.

Síntomas:

  • Rigidez de los músculos y espasmos musculares (mandíbula, cuya rigidez también se conoce como trismus, cara, abdomen, miembros superiores e inferiores)
  • Fiebre y pulso rápido
  • Dificultad para tragar
  • Asfixia.

Tratamiento:

La herida se debe limpiar bien y eliminar la fuente de la toxina, retirar el tejido muerto y dejar expuesto al aire ya que el oxígeno mata a las bacterias anaeróbicas. La penicilina ayuda a reducir la cantidad de bacterias pero no tienen ningún efecto en la neurotoxina que producen. También se debe administrar inmunoglobulina humana antitetánica para neutralizar la toxina circulante que aún no se ha unido a las terminaciones nerviosas.

Clasificación:

v Leve: rigidez muscular con escasas contracciones musculares.

v Moderada: cierre de la mandíbula con rigidez, dificultad al tragar y contracciones de los músculos del cuello, espalda y abdomen: Inolvidable si se ve una sola vez: fascies tetánica y risa sardónica.

v Grave: afectación respiratoria.

Basado a la patogenia de la enfermedad, se pueden distinguir:

v Tétanos local

v Tétanos cefálico

v Tétanos generalizado

v El tétanos neonatal

¿Cómo prevenirlo?

El tétanos se puede prevenir mediante la vacunación. Un refuerzo de la vacuna es recomendable cada 10 años. Por lo general, se da una vacuna cada vez que un paciente sufre un pinchazo o una herida cuando no se tiene la certeza de su vacunación.

Meningitis

La meningitis es una emergencia médica caracterizada por inflamación de las delgadas membranas que rodean el cerebro y la médula espinal: las meninges. La causa más frecuente de este tipo de inflamación son los virus, es decir, cuando a las meninges y al líquido cerebroespinal llegan estos microorganismos por medio de la nariz o la boca. La meningitis causadas por bacterias, hongos, medicamentos y otras enfermedades es poco frecuente pero potencialmente letales. Estos tienden a bloquear los vasos sanguíneos en el cerebro conllevando a derrame y lesión cerebral y de otros órganos. La meningitis progresa con mucha rapidez, por lo que el diagnóstico y tratamiento precoz es importante para prevenir secuelas severas y la muerte.

Aunque cualquier persona puede contraer meningitis, es una enfermedad especialmente frecuente en niños y personas inmunosuprimidas. Los síntomas más frecuentes son dolor de cabeza y rigidez de la nuca que tiende a asociarse con fiebre, intolerancia anormal a la luz y/o a los sonidos y trastornos de la consciencia. A menudo, especialmente en niños pequeños, sólo se presentan síntomas inespecíficos, tales como irritabilidad y somnolencia. Si se presentan erupciones en la piel, puede indicar un una forma particular de meningitis, como la meningococcemia.

La meningitis se diagnostica con un procedimiento médico llamado punción lumbar, en la que se inserta una aguja especial dentro de la columna vertebral para extraer una muestra de líquido cefalorraquídeo, que rodea al cerebro y la médula espinal. El tratamiento tiene que ser inmediato, con el uso de antibióticos en el caso de infecciones bacterianas o antivirales en el caso de meningitis virales. En algunos casos se indica la administración de corticoesteroides como la dexametasona para prevenir las secuelas de la inflamación, pues tienden a producir una mejor evolución neurológica.

La meningitis puede potencialmente causar consecuencias serias de larga duración, como sordera, epilepsias, hidrocefalia o déficit cognitivo, en especial en pacientes en quienes el tratamiento se ha demorado. Ciertas vacunas pueden prevenir algunas infecciones bacterianas que causan meningitis.

Meningitis bacteriana

Se calcula que representan del 15% al 20% de las causas más frecuentes de la meningitis. Las nuevas vacunas que habitualmente se dan a todos los niños, ha disminuido la incidencia de la meningitis invasiva producida por la Haemophilus influenzae tipo b(Hib), la primera causa de meningitis bacteriana antes de 1990. En la mayoría de los países del presente, los principales organismos causantes de meningitis bacteriana son Streptococcus pneumoniae y Neisseria meningitidis.

· Neisseria meningitidis o meningococo: Es la causa más frecuente de meningitis bacteriana en el niño. Existen diferentes tipos de menigococo (tipo A, B, C, D, X, Y, entre otras). Aunque para la mayoría de los tipos de menigococo se tienen vacunas efectivas, para el tipo B no se tiene ninguna vacuna, siendo la bacteria más predominante. Debido a ello, se tienen vacunas para protegerse contra un solo tipo de meningococo y no para todas en general. Es importante señalar que esta bacteria es peligrosa no solo por su capacidad para producir meningitis, sino también por ser la causante de otras enfermedades, como faringitis, neumonía, artritis, entre otras. Sin embargo, la más peligrosa de ellas es la sepsis meningocócica, una enfermedad generalizada en la sangre (cuando la bacteria invade la sangre), que puede causar la muerte de manera fulminante o en pocas horas, siendo esta una de las principales causas de la muerte por meningitis.

· Haemophilus influenzae: Responsable de meningitis en los niños pequeños, entre los 3 meses y 3 años de edad. Sin embargo, puede ser la causante de otras enfermedades. Para erradicar esta bacetria la Vacuna Hib ha probado ser efectiva.
De esta bacteria existe un tipo B mejor conocido como Influenza haemophilus tipo b (Hib). Ésta bacteria en los
Estados Unidos, se he eliminado casi en su totalidad, creando una inmunización generalizada.

· Streptococcus pneumoniae o pneumococo (meningitis neumocócica): Afecta a niños menores de un año. Es una de las peores respecto a secuelas, pues el niño puede quedar con sordera. Es causante igualmente de otras enfermedades, como: otitis, sinusitis, neumonías, entre otras.

· Otras muchas bacterias pueden producir meningitis: En el recién nacido Streptococcus agalactie tipo B, Listeria, Escherichia coli, entre otras. La familia de bacterias Staphylococcus es responsable de enfermedades de la piel, artritis, neumonías, y también, de meningitis.

Algunas vacunas existentes contra la meningitis en el mercado solo protegen un solo tipo de bacteria determinada. Existen vacunas contra el meningococo C, otra que protege contra el Haemophilus influenza tipo B (Hib) y, también, la del neumococo. Es por ello que cuando uno recibe una vacuna contra la meningitis (actualmente referida a la del meningoco C), sólo quedará inmune frente al tipo de germen pero no frente al resto de las múltiples posibilidades. Es decir, que aunque recibamos muchas vacunas contra la meningitis, siempre es posible contraer meningitis por otros gérmenes o causantes externos.

Otras causas

Las bacterias y los virus no son los únicos causantes de la meningitis, también existen otras afecciones como: bacteria de la tuberculosis, hongos, parásitos (paludismo, ...), etc. Aunque la causa más frecuente sean los microorganismos (virus, bacterias, hongos o parásitos), también puede hablarse de meningitis cuando la inflamación a este nivel se debe a determinadas enfermedades, intoxicaciones, etc. Cabe señalar también que algunas otras bacterias, agentes químicos e, incluso, células tumorales pueden causar meningitis. La encefalitis y el absceso cerebral pueden acompañar a la meningitis como complicación (debido a la extensión de la bacteria a las estructuras cerebrales vecinas).

Cuadro clínico

Los síntomas clásicos de la meningitis se desarrollan entre varias horas o puede tomar entre 1 ó 2 días. Entre ellos están:

  • Fiebre: La meningitis viral puede producir fiebre en grado variable; desde casos con escasa (es lo habitual) o nula fiebre, a otros en los que la temperatura puede superar los 39 °C. Las meningitis bacterianas producen, normalmente, fiebres elevadas.
  • Dolor de cabeza: La zona posterior de la cabeza es donde se centra el dolor, aunque a veces es generalizada. Sin embargo, existen muchas otras causas de dolor de cabeza: una migraña (jaquecas), un proceso gripal, etc.
  • Rigidez de nuca

Cada uno de los signos y síntomas de esta tríada clínica clásica ocurre en más de 90% de los pacientes mayores de 18 meses con meningitis. Cuando se presenta alguno de los tres, se debe estar alerta ante su presencia y consultar al médico cuanto antes. Es importante saber que, puesto que habitualmente el cuadro evoluciona progresivamente, los tres síntomas pueden no estar presentes hasta pasado un tiempo y, así, el diagnóstico se retrase inevitablemente

Estos síntomas no son los únicos que se pueden presentar, cerca del 75% de los pacientes presentan alteración del estado mental, que puede oscilar desde el letargo hasta el coma. Otros síntomas pueden ser:

  • Sarpullido de color rojo o púrpura
  • Cianosis (coloración azulada de la piel)
  • Náusea y vómitos
  • Sensibilidad a los colores brillantes (fotofobia)
  • Somnolencia
  • Confusión mental
  • Convulsiones, presentes entre un 20 y 30% de los casos

Los síntomas anteriores son principalmente para adultos, aunque también se presentan en niños. Sin embargo, en los recién nacidos y niños, los síntomas clásicos son difíciles de detectar. Esto se debe a que muchos síntomas en los niños y en los recién nacidos son poco fiables, por ejemplo, los niños de menos de tres meses de edad que presentan fiebre, normalmente son diagnosticados con meningitis. Los síntomas incluyen:

  • Inactividad
  • Fiebre alta inexplicable o cualquier forma de inestabilidad en la temperatura, incluyendo la baja temperatura corporal
  • Irritabilidad
  • Vómito
  • Ictericia (color amarillento de la piel)
  • Comer poco o negarse a hacerlo
  • Tensión o protuberancias suaves entre los huesos del cráneo
  • Dificultad para despertar

A medida que la meningitis bacteriana avanza, los pacientes de todas las edades pueden experimentar ataques de apoplejía.

Tratamiento:

El tratamiento depende en su totalidad cuando se objetiva si la meningitis es vírica o bacteriana. Habrá que esperar unos días, mientras va creciendo la bacteria en un medio de cultivo, para poder confirmar el real causante de la meningitis. Mayormente es realizado un tratamiento hospitalario. Cuando se provee de tratamiento inmediatamente, más del 90% de las personas que padecen meningitis bacteriana sobrevive.

Las medidas más frecuentes abordadas en el tratamiento de la meningitis incluyen:

  • Antibióticos, fundamentalmente para las meningitis bacterianas, por terapia intravenosa;
  • Medidas para reducir la presión intracraneal, como medicamentos corticosteroides tal como la dexametasona, tanto para niños como adultos;
  • Antipiréticos para reducir la fiebre, de haberla, tales como el acetaminofen, abundantes líquidos y buena ventilación;
  • Medidas para prevenir convulsiones incluyendo medicamentos como el fenobarbital o la fenitoína, debido a que las convulsiones aumentan la presión intracraneal (lorazepam 0.1 mg/kg IV con fenitoína 15 mg/kg o fenobarbital 5-10 mg/kg);
  • Oxigenoterapia, en casos de dificultad respiratoria, bien sea por una mascarilla, una cánula nasal o por intubación;
  • Monitoreo de los fluidos corporales así como los componentes químicos del plasma sanguíneo.

Prevención:

Existen diferentes maneras de prevenir la meningitis. Algunas de ellas son:

  • Inmunizaciones: el desarrollo de ciertas vacunas ha conseguido prácticamente erradicar algunas enfermedades, incluyendo la meningitis bacteriana.
    • La vacuna contra el Haemophilus (vacuna Hib) en los niños ayuda a prevenir un tipo de meningitis bacteriana. Son vacunas seguras y altamente eficaces.
    • La vacuna antimeningocócica efectiva en personas que viven en dormitorios u otros cuartos cerrados, así como para personas que viajan a destinos donde son comunes los brotes de meningitis meningocócica. La vacuna polisacárida MPSV-4 y la más reciente vacuna MCV-4 pueden prevenir 4 tipos de la enfermedad meningocócica, más no todos los tipos de la enfermedad.
    • La vacuna en contra del S. pneumoniae es útil en personas de edad avanzada, incluyendo aquellos con mieloma múltiple que puedan estar an alto riesgo de meningitis por el neumococo. La vacuna antineumocócica existe en forma polisacárida para pacientes ancianos y una forma conjugada que parece más eficaz para lactantes. La vacuna antineumocócica conjugada es ahora un procedimiento de inmunización de rutina en los niños para prevenir la meningitis neumocócica.
  • Es altamente recomendable que los contactos domésticos y las personas muy cercanas al paciente con meningitis meningocócica reciban tratamiento antibiótico preventivo para evitar infectarse.
  • Algunas comunidades realizan campañas de vacunación después de un brote de meningitis meningocócica. Los reclutas militares son habitualmente vacunados contra esta forma de meningitis a causa de su elevada tasa de incidencia.
  • Antibióticos preventivos que son dados a los médicos o a los miembros de la familia en contacto cercano con pacientes infectados
  • Rutina de vacunación de los niños pequeños con la vacuna del Hib.
  • Pasteurización de la leche y productos lácteos para prevenir la meningitis debido a Listeria monocytogenes.
  • Monitorear la infección materna antes y durante la labor de parto para la prevención de la meningitis en los recién nacidos.
  • La American Academy of Pediatrics y la American College Health Association recomiendan que los estudiantes universitarios (en especial los estudiantes de primer año que viven en residencias estudiantiles) consideren vacunarse contra la meningitis meningocócica.

Desafortunadamente aún no se dispone de vacuna frente al meningococo tipo B que ocasiona una de las formas de meningitis bacteriana. No existe vacunación frente a los virus causantes de meningitis virales. Actualmente se está trabajando en una vacuna para ayudar a proteger contra la enfermedad Neumococica Invasiva.